viernes, 7 de febrero de 2014

Visita a La Sagrada Familia

La Sagrada Familia es uno de esos sitios que suele ocupar el primer puesto de la lista de "lugares a visitar" en Barcelona por cualquier turista un poco motivado. Pero también suele ser habitual, que en tu propia ciudad tengas pendiente visitas como ésta, la cercanía y la accesibilidad suelen restarle el interés que merecen. 
Pues bien, ayer tuvimos la oportunidad por fin, de hacerle una visita, y allá que fuimos. 





























A media mañana, y después de un buen desayuno, nos plantamos delante de la Basílica, rodeados de japoneses, y del ruido ensordecedor de las obras que aunque parezca mentira parece que avanzan llegamos a la puerta y de allí directos al ascensor que nos subió a una de las torres. Desde allí, te encuentras con una panorámica impresionante de la ciudad no apta para los que sufren vértigo.
















































































Una vez tienes hechas las fotos pertinentes empiezas la bajada por una escalera en espiral que parece que no tiene fin y que da un poquito de yuyu.


























Después de mil escalones, no sé, llegas por fin al interior de la basílica. Y una vez allí, es cuando te das cuenta de porqué millones de turistas la visitan cada año. 

Estamos acostumbrados a que las catedrales tengan un aspecto un tanto sombrío. La piedra se ennegrece con el paso de los años y la luz suele colarse despacito, pero aquí la luz entra a raudales por los rosetones de colores, eso junto a la piedra impoluta, la dotan de una luminosidad inusual. 

Aquí os dejo las fotos del interior, que posiblemente expresarán mejor lo que digo. 










































Por cierto, no puede dejar de nombrar a mi equipo, fue una visita muy enriquecedora y fue, en gran parte, gracias a ellos. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario!

Blogging tips